El contexto laboral y organizacional puede ser un ámbito potencialmente estresante y capaz de generar estados de ansiedad y otras problemáticas, que afectan gravemente a la salud física y psicológica de los trabajadores. Todo esto sumado a la constante interacción interpersonal, puede generar conflictos en un ecosistema de tensión y desconfianza que perjudica a los objetivos de la empresa y a sus empleados.
Una organización son las personas que la componen. El estado anímico y emocional de sus componentes humanos tiene un efecto directo en el rendimiento y el ambiente de trabajo, que a su vez repercute en los individuos generando un círculo cerrado. En conclusión, los trabajadores no son números, son personas que sienten y padecen las consecuencias del entorno compartido en el que se encuentran.
Las intervenciones de mindfulness en organizaciones están orientadas a cambiar el clima laboral, dotando a los individuos de herramientas que les permitan gestionar sus experiencias internas. Mejorar la resolución de conflictos, aumentar la capacidad de concentración y trabajo, disminuir el desgaste psicológico y el cansancio, decreciendo también los costes que estas consecuencias conllevan para la empresa.